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LAS ACADEMIAS DE BAILE Y LOS SALONES

Los primeros espacios para la puesta en escena del nuevo género flamenco como espectáculo fueron los teatros .En el teatro se estrenaban zarzuelas con letras de caracoles etc. Los actuantes eran los alumnos aficionados a la danza.
El género flamenco inicia su historia desde el último tercio del siglo XIII hasta la primera mitad del siglo XIX .Para atender a la demanda que tal género tenía ,hubo que gestionar la enseñanza del oficio .Nacen así las academias de baile para enseñar los bailes del país (bailes nacionales , cantares andaluces ,canciones a la gitana …) datándose la primera del año 1838 en Sevilla .
En éstas academias se harían ensayos a puertas abiertas ,cobrándose a los asistentes entradas con consumición .Estas mismas academias serían más tarde Salones como transición al Café cantante.
En los últimos años de la década de los cuarenta del siglo XIX, comienzan a organizarse ensayos públicos en las academias de baile sevillanas .
Esto ocurría como podemos observar contemporáneamente a los bailes de candil y ya existían las academias y salones donde pagando unos honorarios se ofrecían las enseñanzas de baile.
Pero fue en ésta época cuando sin duda tuvieron la brillante idea sus directores de aprovechar la demanda que ya existía por los bailes que ellos mismos enseñaban a sus discípulas .Una demanda que protagonizaban en especial los extranjeros que visitaban la ciudad.
El hecho es relevante porque es en esas academias, germen de los futuros cafés cantantes, donde se fraguó una fusión trascendental en la historia del baile flamenco: la de los bailes boleros andaluces y los bailes gitanos. En ellas y en éstos ensayos públicos actuaron codo con codo compartiendo cartel, las más acreditadas boleras de la época y las gitanillas trianeras que también eran ya profesionales de su arte .Allí unas aprendieron de las otras .La gitanas aprenderían la técnica y sobre todo la elegancia de las boleras y éstas tomarían en préstamo la frescura y el temperamento de las gitanas. Entre todos irían configurando las bases de lo que muy poco después empezó a ser conocido como baile flamenco.
El Salón de Oriente y del Recreo tenía su objetivo principal el público extranjero, ávido de escenas pintorescas .De hecho, en los diferentes relatos de viajeros por España encontramos referencias y descripciones de éstas fiestas en las que los gitanos son sus protagonistas.
Por ellos pasaron todos aquellos que habían sido privilegiados con el don de la Danza. Eran locales algo rudimentarios en los que, sin embargo se cuidaban todo tipo de detalles: decoración apropiada, ambigú, dirección artística atenta a los gustos de su clientela, publicidad en prensa y mediante carteles de mano etc.
Podría contemplarse un completísimo programa de bailes andaluces. Davillier y Doré dejaron jugosas descripciones de los bailes ,y cómo eran tales salones .A estas funciones solían acudir tanto los aficionados del país y como los visitantes extranjeros .Los primeros eran generalmente artesanos , es decir de las clases medias del estamento trabajador de la época .Gente que vestía el castizo pantalón de punto , el marsellés o chaquetilla corta andaluza . Los directores cobraban según les parecía dejándose guiar por el aspecto físico y atendiendo a unos y a otros en función de lo que había dejado en taquilla.
El repertorio de bailes que ofrecían éstos salones estaba constituido básicamente por los que de manera genérica se denominaban bailes del país, bailes nacionales, bailes de palillos, bailes andaluces o bailes de carácter andaluz, donde se incluían las seguidillas, las manchegas, el bolero, la jácara , el olé, la rondeña, la jota aragonesa, la jota valenciana, el polo del contrabandista, la malagueña, bailes de jaleos (el vito, los panaderos, el jaleo de Cádiz ) etc.
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"Cuando escucho en tu guitarra
un cante por soleá
oigo en mi alma un silencio
que es música de verdad".
"Música tan de verdad
que las estrellas se callan
para poderla escuchar".
JOSÉ BERGAMÍN |
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